Investigadores de la Universidad del Sur de Florida (USF), los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Universidad de Columbia y el New York State Psychiatric Institute, informaron que el gen monoamino oxidasa MAOA está ligado a la felicidad, pero afirman que el descubrimiento sólo puede aplicarse al sexo femenino.
Para llegar a esas conclusiones, los científicos analizaron a 345 personas: 193 hombres y 152 mujeres. "Este es el gen de la felicidad en las mujeres", afirmó Henian Chen, profesor asociado de epidemiología y bioestadística de la University of South Florida, quien dirigió el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica Progress in Neuropsychopharmacology and BiologicalPsichiatry.
Puntos clave
"Me sorprendió el resultado, ya que la baja expresión de MAOA se ha relacionado con algunos resultados negativos como el alcoholismo, la agresividad y el comportamiento antisocial. Incluso es llamado el gen guerrero por algunos científicos, pero, al menos para las mujeres, aparece un lado más positivo de este gen ", declaró Chen.
Y agregó que mientras experimentan tasas más altas de trastornos del estado de ánimo y ansiedad, las mujeres tienden a reportar una mayor felicidad general en la vida que los hombres, y que la razón final de esto aún no está clara.
El investigador líder del estudio agregó que "este nuevo hallazgo podría ayudar a explicar las diferencias de género y proporcionar una mayor comprensión de la relación entre genes específicos y la felicidad humana".
El gen MAOA regula la actividad de una enzima que descompone los neurotransmisores, dopamina serotonina y otras presentes en el cerebro, los químicos responsables de "sentirse bien", hacia donde apuntan muchos antidepresivos recetados. Los niveles bajos del gen MAOA promueven altos niveles de monoamina, que permite a las grandes cantidades de estos neurotransmisores alojarse en el cerebro y aumentar el buen estado de ánimo.
Al parecer, la testosterona masculina invalida los efectos del MAOA, mientras que la mayor parte de las mujeres posee este gen, señala la investigación. Tan sólo una de cada cuatro tenían en su genética la variante alta del mismo, lo cual es negativo, mientras que el 17% de ellas pertenecía al grupo de las afortunadas que tenían 2 versiones del gen.
A pesar de la buena noticia, el gen conocido como MAOA no debe considerarse como la panacea, ya que anteriores estudios científicos han revelado que es el causante de los comportamientos antisociales y se asocia al riesgo de caer en distintas adicciones.
Recientemente un grupo de investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad de Yale afirmó, en un artículo específico sobre el gen MAOA en el que se proporcionaban datos precisos, que “el gen MAOA influye en la vulnerabilidad al estrés ambiental, y este proceso biológico puede comenzar en las primeras fases de la vida”, dijeron los científicos.
El grupo de investigadoras de Florida señala que han tenido en cuenta otros factores externos que pueden determinar la felicidad, como el estatus social, la estabilidad personal, la edad o la salud física, antes de realizar sus conclusiones finales.
Una serie de estudios revelan que la felicidad no es sólo una experiencia individual, sino que se disemina y se potencia en una red social como si fuera un virus: la felicidad de una persona está ligada a la de otras.
Esas son las conclusiones de un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard: la felicidad de uno depende de la de otras personas con las que esté conectado, tanto directa como indirectamente, y es más, se necesita que los “felices” vivan cerca para que esa felicidad se disemine. Por ejemplo: un amigo que está feliz y vive a pocas millas de distancia aumenta la chance de que tú seas feliz en un 25 %, señalaron los investigadores.
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